Más videovigilancia, más control de nuestra salud, más seguimiento de cada uno de nuestros movimientos con tecnologías contrarias a la privacidad, mayor desindustrialización, destrucción de nuestra política hidráulica y nuestras presas, desmantelamiento de nuestra ganadería, agricultura y pesca para subordinarnos a la gran burguesía financiera globalista a cambio de parques, reconstrucción de calles, renovación de naves y perder soberanía política e independencia económica.
NO GRACIAS.